Sunday, December 19, 2010

Sucedió el miércoles.

La única cosa emocionante de esta semana fue cuando justo a la mitad atinaste a llamarme justo a la hora en que le indicaba a mi taxi mi dirección y sugeriste que cambiara la instrucción a la tuya. Luego me dejaste ponerme tu pijama y tus pantunflas y a mitad de la noche te levantaste para conseguirme otra cobija y me dijiste que no hacia tanto frío que seguro me faltaban vitaminas. Yo alcance a medio sonreir y decirte que la vitamina estaba entre tus brazos. Fin.